miércoles, 6 de julio de 2011

El gran problema en Extremadura


        Como bien sabemos todos, tras las elecciones del 22-M (en esas en las que el PP arrasó) se sucedieron los llamados "pactos poselectorales"; esto es, acuerdos entre las fuerzas políticas con representación institucional para garantizar la gobernabilidad estable de algún municipio o Comunidad Autónoma. Sin embargo, hay un pacto que ha suscitado la atención mediática y política, e incluso ha generado grandes conflictos. Se trata de la decisión de Izquierda Unida de Extremadura, que ha conseguido 3 escaños en la cámara regional, siendo clave para la investidura y la formación del futuro gobierno de esa Comunidad.

        Así pues, como antecedentes, resumo lo siguiente: tras 28 años de gobiernos socialistas en Extremadura, se abre una posibilidad de cambio, pues el PP ha conseguido una mayoría casi absoluta (32 escaños. La mayoría se halla en 33) y el PSOE se quedó con tan solo 30. Por su parte, Izquierda Unida obtuvo 3, entrando nuevamente en el parlamento autonómico extremeño. Aquí surge el punto de inflexión para IU-LV-SIEX (Izquierda Unida - Los Verdes - Socialistas Independientes de Extremadura). En campaña electoral, tanto IU Federal como IU Extremadura (así como todas las federaciones de esta formación política) han insistido en que allí donde IU obtuviese un atisbo de poder, donde fuese decisiva o donde pudiese influir, no iba a permitir, ni por activa ni por pasiva, gobiernos del PP. Bajo esa premisa, concurrieron a las elecciones en las que han vuelto al parlamento regional, tras años de ausencia. No obstante eso, al ver que IU-LV-SIEX resultó ser decisiva (si su apoyo iba al PSOE sumaban 33 diputados, arrebatándole el gobierno a los conservadores del PP) para formar gobierno, IU Extremadura obvió la premisa con la que acudieron a las elecciones y tuvo en cuenta la posibilidad de cambio del gobierno extremeño, que como dije, llevaba en manos socialistas 28 años (haciendo de Extremadura su propia empresa tapada de corrupción y sobre todo en particular de menosprecios a IU en todo momento). Con esta nueva idea, IU Extremadura, como corresponde a esta formación, con carácter democrático e independiente, realizó una especie de sondeo o plebiscito no vinculante entre la militancia y los simpatizantes y colaboradores de la campaña electoral cuestionándoles si preferían que IU apoyase al PSOE (arrebatándole el gobierno al PP) o bien optar por la abstención y en ese caso ceder el gobierno al PP.

        El resultado no fue el esperado. Cayo Lara and company entraron en crisis nerviosa porque veían que la rebelde IU Extremadura faltaba a su palabra e iba en contra del discurso de IU Federal (el de no dejar ni por activa ni por pasiva gobernar al PP). Al parecer, la militancia y los simpatizantes (la mayoría de ellos, un 59%) optaron por la abstención de IU-LV-SIEX, cediendo el gobierno al PP. Los argumentos esgrimidos por IU Extremadura son que ya son suficientes 28 años de gobiernos socialistas, que el PSOE es tan de derechas como el PP (¿qué más dará apoyar al PSOE o al PP, si en el fondo son lo mismo?), que IU no es el salvador del PSOE (ya está bien de apoyar al PSOE siempre, y que luego éste cargue contra IU sin escrúpulos), y que el PSOE extremeño no se merecía el apoyo de IU por la deslealtad que ha tenido para con ésta última, con prepotencia, soberbia, e incluso menosprecio por parte del PSOE extremeño. Naturalmente, esa decisión entra en conflicto y contradicción con lo dicho por IU en su campaña electoral. Por ello, se crea una gran fisura en IU, donde está en juego su credibilidad, su seriedad y rigor, y su honestidad, porque puede parecer que más que unos principios (el apoyo tácito al PP), defiende solo su interés partidista.

        Expuesto lo anterior, de antemano decir que yo estoy en contra de la decisión adoptada por IU Extremadura, aunque naturalmente con reservas. De un lado, esto mina la credibilidad de Izquierda Unida, así como su seriedad y su vertiente de cambio y alternatividad. Si en campaña se promete una cosa, hacer justo la contraria es un fraude a los votantes, es reírse a la cara de éstos y pasarse los votos por el pandero. Es un error en toda regla la abstención en la investidura del presidente extremeño. Es cierto que el PSOE no es digno del apoyo de IU. Es más, yo creo que IU debería oponerse por sistema (no lo contrario, que es lo que hace) a pactar o a apoyar al PSOE. Está claro que el PSOE solo busca el apoyo de IU cuando le interesa, pero luego carga contra IU, lo menosprecia, lo usa como un pañuelo y luego lo tira. Si yo hubiese votado en ese plebiscito extremeño, habría optado por el apoyo al PSOE, aunque sin entrar en ningún gobierno. Apoyo al PSOE en políticas de izquierdas, comprometiéndole a llevar a cabo tales políticas o de lo contrario pierde la mayoría y sería éste el que estaría cediendo el gobierno al PP, y no Izquierda Unida. La imagen proyectada por IU Extremadura es nefasta, porque vuelven las malas lenguas mediáticas a hablar de la famosa "pinza" de IU-PP, cuando la pinza solo procede del PSOE-PP, sin ir más lejos, en la negativa a modificar la Ley Electoral o la Ley Hipotecaria para que la vivienda sea la verdadera garantía del pago de la deuda.

        Reitero, el apoyo al PSOE solo sería en este caso, donde IU sí tiene capacidad de influencia y de decisión, porque depende de IU el gobierno. Si, supongamos, IU apoya al PSOE cuando no es necesario su apoyo, no diría esto. Siendo así, IU podría haber apoyado al PSOE en la investidura, sin entrar a formar parte de ningún gobierno y haciendo una oposición decente y firme, de izquierdas, condicionando al derechizado PSOE; todo ello, en coherencia y concordancia con lo expresado en campaña electoral por Izquierda Unida en todo el ámbito del Estado español.

        Pero por otra parte, yo entiendo la postura adoptada por IU extremeño, pues querían acabar con el régimen socialista viciado y aprovechar este momento para regenerar la democracia en Extremadura. Además, pese a ser contrario a la decisión, respeto absolutamente la misma puesto que fue tomada al más puro estilo democrático, consultando a las bases (no elegida unilateralmente por la cúpula regional). Con ello, la decisión queda aún más legitimada. El problema es que IU no va a ser tan decisiva como si hubiese apoyado al PSOE, porque en ese caso, éste necesitaría del apoyo continuo e incondicional de IU para sacar adelante sus propuestas y, en definitiva, para gobernar. Con la abstención, además de otorgar al PP el poder, IU pierde aquella capacidad de influencia, porque el PP no necesita a IU para gobernar (al contrario que el PSOE).

        Por último, negar la crítica fácil de la "pinza" PP-IU, puesto que, sin ir más lejos, el PSOE (4 concejales) pactó con el PP (5 concejales) en Cangas del Narcea (Asturias) para quitarle la alcaldía a IU (6 concejales, lista más votada). Y casos como este, los hay por toda España. La mayor pinza existente es la del PP-PSOE, ya sea expresa (caso de Cangas del Narcea) ya sea tácita (en cuestiones tales como la modificación de la Ley Electoral u otras muchas cosas correspondientes al conjunto del Estado).


Pedro Escobar, Coordinador Regional de Izquierda Unida de Extremadura y diputado electo en el Parlamento regional extremeño