viernes, 6 de mayo de 2011

Bildu sí, ETA no


        La historia de nunca acabar, acabó. Y con resultado favorable para los implicados. Primero fue SORTU, luego, BILDU. La primera no consiguó pasar el filtro del Tribunal Supremo, creyendo éste que se trataba en realidad de ETA. La segunda formación (coalición formada por dos partidos políticos de larga trayectoria democrática: Alternatiba y Eusko Alkartasuna, más algunos independientes) presentó listas tras haber sido derrumbada la primera organización política. Pero los detractores de la Democracia, y por tanto los defensores de la Memocracia (PP$O€), se empeñaron en desarticular y de obstruir la misma y de dificultar el acceso a ésta por parte de algunos ciudadanos, negándoles y privándoles de participar en asuntos públicos y del derecho de sufragio pasivo y activo reconocidos todos en el artículo 23 de la Constitución española. Tanto el PSOE como el PP (el bipartidismo de siempre, y la lacra de siempre...), no por cuestiones morales, sino solo por el rédito electoral que podría repercutir en ellos, se obstinaron en negarle el acceso a SORTU a las elecciones que se celebrarán el próximo 22 de Mayo. Y ello basándose en el argumento de que SORTU, y posteriormente BILDU, respondía a la marca de los antiguos batasunos y, en definitiva, de ETA.

        Pero en ningún caso han tenido en cuenta que tanto Sortu como Bildu, en atención a la inconstitucional Ley de Partidos de 2002, han censurado y condenado el terrorismo y cualquier acto violento contrario a la Democracia. Esto significa que desde el origen, y para no causar ningún conflicto o generar dudas, se desmarcaron de ETA y de su terrorismo. No obstante, yo entendía que, en el caso de Sortu, los demócratas (en concreto PP y PSOE, y seguramente otras formaciones políticas) tuviesen dudas razonables acerca de la legitimidad democrática de aquél y dudasen sobre su desvinculación total de ETA. Sin embargo, no tuve duda alguna acerca de Bildu. Ello por cuanto que Bildu, a diferencia de Sortu, que fue creada a los efectos de las elecciones autonómicas y municipales, es la agrupación de 2 partidos con trayectoria democrática, la cual no puede ponerse en tela de juicio en modo alguno, y de ciertos independientes. Pero nunca una coalición debe levantar sospechas sobre su legitimidad democrática, y mucho menos aquélla compuesta por dos partidos legales, democráticos y desvinculados de ETA. Y esto son hechos, no palabras; no hace falta más que volver la vista atrás y mirar anteriores convocatorias electorales.

        Por tanto, y como dije anteriormente, la única razón que llevó al PSOE a impugnar todas las candidaturas de Bildu, en connivencia con el PP y UPD, fue el rédito electoral que podría reportarle tal acto. Con Bildu fuera de escena, el PPSOE se repartiría los posibles escaños de Bildu, tanto en las autonomías como en los municipios. Aunque la jugada antidemocrática (ya que impedía el acceso de unos ciudadanos a conformar una candidatura y concurrir a unas elecciones en condiciones de igualdad, y ello en base al artículo 23 de la Constitución donde se reconoce el derecho a participar en asuntos públicos, bien directamente, bien a través de representantes mediante sufragio activo y pasivo -votar y poder ser votado-) e inconstitucional de los grandes partidos que merman la Democracia no ha resultado, para el bien de la sociedad y de la Democracia misma, como habrían querido. En un principio contaron con el apoyo del Tribunal Supremo, que tumbó tanto Sortu como Bildu. Pero el Tribunal Constitucional puso fin a esta sangría de atropellos de derechos fundamentales. Así, éste tribunal reconoció la lesión de los derechos a participar en asuntos públicos (23 CE), entre otros, por parte de la jurisdicción ordinaria.

        Con todo, Bildu, tras su ardua lucha por entrar en el juego democrático, participará, muy a pesar del PPSOE, en las elecciones del 22 de mayo.

 Emblema de Bildu, coalición formada por Alternatiba y Eusko Alkartasuna más algunos independientes. Al final, tras una ardua lucha contra el PPSOE (responsables de obstruir la democracia) y el Tribunal Supremo, concurrirán a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de Mayo.

2 comentarios:

  1. Todo esto es una gran mentira montada debido a un solo hecho: el miedo a que la presencia de un representante de la izquierda abertzale en las instituciones pusiera en peligro la futura reedicción de ese sucio pacto de PP-PSOE en el gobierno vasco.

    Supuestamente se puso el pretexto de que organizaciones violentas no podían concurrir a los comicios. A pesar de todos los llamados a la no violencia y a la desaparición de ETA (en más de una ocasión ya les he oido la palabra condena), da igual. Cuando no es una excusa, han buscado otra. Claramente esto, que demuestra que hay otras intenciones o fines, distintos a las causas que se dicen.

    Curiosamente se presentan a las elecciones y se llevan prácticamente todos los votos de la desbandada del PSOE (si no todos) e incluso varios del PP!!, además de los votos perdidos por el PNV y de los nuevos votantes y anteriores abstencionistas.

    Descontando los abstencionistas... entonces, ¿para qué se sigue hablando de esto?, si es algo de lo que claramente los propios votantes se han dado cuenta.

    Es que me da hasta la risa. Porque tantísima mierda se han echado ellos mismos encima (PSOE y PP) que ahora apestan y ni siquiera los champúes y los geles de baño más potentes son capaces de limpiársela.

    Saludos

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  2. No estoy, en lineas generales, en desacuerdo contigo, pero con todo quería apuntar alguna cosa: ni Sortu ni Bildu han "condenado" la violencia, sino que "la han rechazado". Los términos, como en el derecho, son decisivos, porque el primero implicaría un juicio a los que han realizado fechorías en el pasado y el segundo no. Se les pide que digan "condena" y no hay forma de que digan "condena", se escapan por términos diluidos.

    Por otra parte, aunque (vistos los resultados electorales) el PSE ha sido el más perjudicado por la irrupción de bildu, no cabe duda de que, siendo el Tribunal Constitucional el órgano más politizado del Estado, Rubalcaba tiene algo que ver con ésto.

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